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Una mochila 100% festivalera: que no te falte de nada

Hay que decidir cuáles son los objetos de primera necesidad que debemos echar en la mochila que llevaremos colgada durante las largas jornadas festivaleras. ¡Al lío!

Vale. Has sido un chico bueno. Has organizado tu viaje a Benicàssim con antelación, miraste la previsión meteorológica, compraste todo lo necesario para el camping, elegiste tus outfits favoritos y preparaste el equipaje sin que se te olvidara nada… ¡Pues llega el más difícil todavía! Decidir cuáles son los objetos de primera necesidad que debemos echar en la mochila que llevaremos colgada durante las largas jornadas festivaleras. ¡Al lío!

​Siempre es mejor en equipo

Para empezar, si vienes al FIB con colegas, no es necesario que cada uno lleve su propia mochila. Agrupaos por parejas o tríos y compartid una mochila entre varios. Así no tenéis que cargarla todo el día y os la podéis ir turnando durante la jornada (la regla básica es que en cada concierto le toca cargar la mochila a la persona que sea menos fan de ese grupo). Además, te recomendamos colgártela por delante siempre que estés parado para evitar que algún desalmado pueda abrírtela y se produzcan robos.

La clave: ¿qué metemos en la mochila?

Salvo que seas uno de esos pocos outsiders que pasan de las redes sociales y estés convencido de que no vas a separarte en ningún momento de tus amigos, el teléfono móvil es imprescindible. Lo necesitarás para quedar con tus colegas, actualizar tus perfiles sociales, hacer fotos de tus grupos favoritos (¡qué tiempos aquellos en que la cámara de fotos compacta iba con nosotros a cualquier evento!)

Además, asegúrate de que llevas la batería al 100% y no olvides el cargador o tira de alguna batería portátil. Nunca sabes si vas a acabar durmiendo en otra habitación de hotel, desayunando en un bar desconocido o descansando en la playa. ¡Más vale prevenir!

Imprescindible será también en nuestra mochila el pack básico de protección contra el sol y el calor, enemigos acérrimos del festivalero diurno.

No olvides tus gafas de sol, una gorra o sombrero para las horas de más temperatura y utiliza crema solar: evitarás despertarte al día siguiente rojo cual salmonete.

Además, aunque el calor sea la tónica durante el día, nunca está de más llevar una sudadera o chaqueta para la noche, ya que las temperaturas pueden bajar de forma significativa.

Si has consultado la previsión meteorológica y hay posibilidades de que caiga algún chaparrón furtivo, añade un cortaviento impermeable, suelen poder doblarse sobre sí mismos y no ocupan nada. ¡Facilísimo!

Pequeños pero útiles

Además de estas prendas, hay otra serie de objetos que nos pueden salvar la vida en cualquier momento. Los paquetes de clínex son muy socorridos en los festivales, sobre todo si tu intestino te falla a altas horas de la noche y necesitas hacer uso de los aseos públicos (no esperes que quede papel higiénico). También recomendamos tener a mano algún analgésico por si de tanto sol comienza a dolernos la cabeza –¡Ojo! No mezclar con alcohol o no os hará efecto– . Y, si estás en el mercado, lleva preservativos para practicar siempre sexo seguro. ¡Y con consentimiento! ¡Solo sí es sí!

Por supuesto, debemos ir documentados y no olvidar nuestra Visa para poder pagar cómodamente en cualquier barra sin tener que estar pendientes de que nos den el cambio correcto.

¡Última hora! ¡El alcohol deshidrata!

Efectivamente, aunque la cerveza sea nuestra particular gasolina festivalera, no olvidéis que el alcohol nos deshidrata, sobre todo cuando lo combinamos con pasar horas y horas bajo el sol. Lo mejor para mantenernos hidratado es alternar su consumo con la toma de agua. Compra una botella y llévala siempre en tu mochila para darle un trago entre cerveza y cerveza.

​Capítulo extra: la riñonera

Estos son nuestros consejos, pero si crees que no necesitas casi nada y te apañas con lo mínimo, pasa de la mochila y hazte con una riñonera. Es la opción más cómoda y, además, ¡vuelven a estar de moda!

Una mochila 100% festivalera

Hay que decidir cuáles son los objetos de primera necesidad que debemos echar en la mochila que llevaremos colgada durante las largas jornadas festivaleras. ¡Al lío!